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jueves, 30 de mayo de 2013

CIRO ALEGRÍA

CIRO ALEGRÍA

Ciro Alegría
Nació en la hacienda “Quilca”, distrito de Sartimbamba, en la provincia de Huamachuco (departamento de La Libertad), el 4 de noviembre de 1909. Sus padres fueron José Eliseo Alegría Lynch y María Herminia Bazán Lynch, naturales de Huamachuco. Alegría vivió hasta los cuatro años en “Quilca” y luego pasó el resto de su infancia en la hacienda “Marcabal Grande”, así como en pequeños poblados de la región, como Cajabamba. Sus tempranos juegos con niños indios dejaron una huella indeleble en su vida y obra; ya en su juventud compartiría faenas agrarias y rodeos con peones indios y cholos. Sus estudios primarios y secundarios los realizó en la ciudad de Trujillo; en 1917 fue alumno del genial poeta César Vallejo en el colegio nacional de San Juan.
En 1920 visita con su padre la casa del pintor José Sabogal, uno de los pioneros del indigenismo, movimiento artístico e ideológico al que se suele asociar la obra de Alegría. En 1924 se define su vocación y escribe, alentado por su familia, sus primeros relatos y poemas. Más tarde el escritor y filósofo Antenor Orrego, miembro de la “Bohemia Trujillana” y director del diario El Norte, lo acepta como reportero, incorporándolo a su grupo literario. Es aquel un tiempo de intensa efervescencia política y de confrontación entre los partidarios de Víctor Raúl Haya de la Torre y los seguidores de José Carlos Mariátegui por quien Alegría manifestó siempre el mayor respeto, debido a su certera comprensión del problema indígena. Sin embargo en 1930, cuando ingresa a la Universidad de Trujillo decide militar en el Apra, el partido fundado por Haya y Orrego. Siendo miembro del comité ejecutivo del Apra es cruelmente torturado, por su oposición a la dictadura de Leguía. Durante el gobierno del general Benavides (1933) ingresa a trabajar en el diario clandestino La Tribuna de Lima. Colabora asimismo en las revistas Panoramas, Palabra y Crónica Social.
El 13 de diciembre de 1934 viaja a Valparaíso y luego a Santiago de Chile; coincidiendo su arribo con el deceso del poeta José Santos Chocano. El año 1935 es importante en su vida porque se casa con su tía Rosalía Amézquita y transforma su cuento “Marañón” en la que sería su primera novela: La serpiente de oro, por la cual se le otorga en Chile el premio “Nascimento”. Al año siguiente Alegría es elegido miembro del directorio de la Sociedad de Escritores de Chile y comienza a trabajar en la editorial Ercilla, como corrector de originales.
Asimismo traduce obras de Stefan Zweig e Ylia Ehremburg, para la editorial Zig-Zag. En 1938 se agudizan sus problemas de salud y sufre una embolia cerebral, perdiendo temporalmente la capacidad de escribir. Durante su recuperación y en base a materiales previos, compone su novela Los perros hambrientos. Entre 62 novelas presentadas obtiene el premio “Zig-Zag”. La novela se publica en agosto de 1939.
Su novela El mundo es ancho y ajeno, un clásico insoslayable en la literatura peruana, obtiene en 1940 el reputado premio “Farrar and Rinehart”, convocado desde Estados Unidos por la editorial del mismo nombre.
Durante 1945 se dedica a trabajar como traductor en la compañía cinematográfica Metro Goldwin Mayer. Asimismo es llamado por don Federico de Onís para dictar un curso sobre la novela hispanoamericana en la Universidad de Columbia. Su amiga Gabriela Mistral lo invita desde San Francisco (1946) y esta visita le servirá para su libro póstumo Gabriela Mistral íntima. En 1948 Ciro Alegría se separa pública e irrevocablemente del partido aprista. En 1956 es invitado por la Universidad de Oriente a dictar un curso sobre la novela y su técnica. Ese mismo año conoce a la poetisa cubana Dora Varona Gil, con quien contrae matrimonio en 1957. A fines de ese año, después de una larga ausencia, el novelista retorna al Perú, siendo objeto de un recibimiento multitudinario, que le resulta abrumador debido a su natural timidez.
Su obra alcanza una difusión popular con el Festival del Libro Peruano, al que asisten escritores amigos como Pablo Neruda, Jorge Icaza y Enrique López Albújar. Sucesivamente es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Trujillo.
El 23 de abril de 1960 la Academia Peruana de la Lengua dirigida por Víctor Andrés Belaunde lo elige por unanimidad como miembro de número.
A comienzos de 1963 Alegría alcanza una diputación por Lima, como miembro del partido Acción Popular. En setiembre del mismo año se publica su libro de relatos Duelo de caballeros, en la editorial Populibros de Manuel Scorza. Es invitado al Segundo Encuentro Internacional de Escritores, celebrado en Berlín en 1964 y al que asistieron entre otros Jorge Luis Borges y Julio Ramón Ribeyro.
Por invitación del Parlamento francés, viaja a Francia y después a Italia y EE.UU (1965). De regreso a su país asiste al Primer Encuentro de Narradores Peruanos, convocado por la Casa de la Cultura de Arequipa, que dirigía el crítico Antonio Cornejo Polar. El 28 de mayo de 1966 Alegría es elegido presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas, venciendo a Luis Alberto Sánchez, por entonces rector de la Universidad de San Marcos.
Bohemio y fumador empedernido, Alegría quien se consideraba miembro de la “generación del 30” frecuentó a artistas de diversas generaciones. Fue asiduo concurrente a las tertulias que organizaba el librero Juan Mejía Baca, alternando con Martín Adán, Arturo Hernández y Francisco Izquierdo Ríos. Ciro Alegría y José María Arguedas sintieron una estimación recíproca y ambos se defendieron de inútiles competencias que algunos quisieron establecer entre ellos. Alegría precisó que el indio revelado por sus libros pertenece a una zona muy distinta a la observada por Arguedas; es un indio más aculturado y desconoce por lo general el quechua pero, obviamente, no por ello es menos representativo del Perú.
Ciro Alegría falleció el 17 de febrero de 1967, a causa de una hemorragia cerebral, en Chaclacayo (Lima).
  • Características de sus obras
    •  Sus novelas muestran a los campesinos que luchan contra la naturaleza y también contra la injusticia social.
       Recoge fábulas y cuentos populares.
    • El lenguaje que utiliza presenta frases coloquiales, locuciones y modos de hablar del pueblo descrito. Para ello emplea una nueva ortografía y una nueva sintaxis; esta técnica nos acerca a la intimidad del indio y nos hace compartir su mundo.
    • El narrador se identifica con sus personajes.
    • Las obras están escritas aparentemente deshilvanados que, en conjunto, van formando la historia.
  •  Obras
    • La serpiente de oro (1935)
    • Los perros hambrientos (1938)
    • El mundo es ancho y ajeno (1941)
    • Duelo de caballeros (1963)
    • Panki y el guerrero (1968)
    • La ofrenda de piedra (1969)
    • Gabriela Mistral, íntima (1969)
    • La revolución cubana: Un testimonio personal (1971)
    • Lázaro (1973). Novela inconclusa.
    • 7 cuentos quirománticos
    • Calixto Garmendia. Cuento social
    • Mucha suerte con harto palo (1976). Memorias.

La serpiente de oro
No sabemos dónde nace ni dónde muere ese río que
nos mataría si quisiéramos medirlo con nuestras balsas,
pero ella nos habla claramente de su inmensidad.
  • GÉNERO: Narrativo
  • ESPECIE: Novela
  • ESTRUCTURA: 24 capítulos
  • TEMA CENTRAL: La lucha contra la naturaleza
  • OTROS TEMAS: El folklor regional, la naturaleza, el amor.
  • PERSONAJES PRINCIPALES: 
    • Lucas Vilca: Narrador de la obra, huérfano de padre y madre, también es balsero y da ha conocer sus características en los finales de la obra.
    • Don Osvaldo Martínez de Calderón: Ingeniero limeño, representa al hombre de la ciudad que viene a desafiar a la naturaleza y muere mordido por la Intihuaraka (víbora dorada).
  •  TIEMPO
    • Tiempo Cronológico
      • En la historia se indica al final, por el narrador Lucas, que dice que ya pasaron cinco inviernos, lo cual sería equivalente a cinco años aproximadamente del principio al fin de la obra.
    • Tiempo psicológico
      • Se proyecta a más de veinte años en el pasado, en el capítulo XVIII “El Corrido”,donde el personaje Ignacio Ramos, el Riero, cuenta que fue hace más de veinte o un poco más que escapa de la justicia.
  •  ESPACIO
    • Microcosmos: El valle de Calemar que se encuentra a orillas del Marañón, el pueblo de Bambamarca, el pueblo de Sartín donde el Arturo conoce a la Lucinda, el valle de Shicún donde los calemarinos van a comprar las balsas. La selva adentro, el cerro Campana desde donde se puede divisar las cordilleras,  el paso de la Escalera y, los domicilios de Don Matías, el Lucas, doña Mariana, etc.
      Macrocosmos: Se da en el Perú, departamento de la Libertad, provincia de Bolívar.
  •   TEMA
    • La lucha y la convivencia del hombre frente a la naturaleza.  En la obra se da constantemente esta lucha, de los balseros contra las aguas del Marañón, de los hombres contra las punas y la selva, contra las enfermedades y los peligros de estos, los desastres naturales, etc. Así como también a la convivencia del hombre con la naturaleza que a pesar de lo difícil que se presenta, también ofrece bondades al hombre quien recibe y lo reconoce.
  •  SUBTEMAS
    • El amor. Se da en sus diferentes modos, como el amor paternal de Don Matías a sus hijos quien se siente muy orgulloso de ellos o el amor filial entre Arturo y el Roger, así como otras muestras de amor del hombre hacia la naturaleza.
    • Los presentimientos. Que mayormente se notan en el Viejo cuando presiente la desgracia de su hijo, el Roger, o cuando debido a su experiencia presiente el desmonte en el valle, así como también el Lucas al mirar el cambio del ingeniero o de los utosos presintiendo ya su muerte.
    • Las creencias míticas. Se nota en la creencia de ver un puma azul encantado y la de Lucas que cree en la coca como un consejero que le ayudara a tomar una decisión. Como también se puede ver cuando se nombra al “Caiguash”, monstruo que nadie vio, o de “La quemada”, mujer que murió en la hoguera y que pena en Bambamarca.
    • Evocación al mundo extraño. Cuando vienen exploradores a tratar de dominar la naturaleza, entre ellos el Ingeniero Don Oswaldo, a quienes la naturaleza castiga como a quienes tratan de dominarla; o simplemente entre los mismos del valle que no se sienten bien en la soledad de la puna y los de la puna a quienes el valle los castiga.
    • El abuso y la injusticia. En el capitulo II de parte de los de la guardia civil, en el capítulo XVIII cuando el corrido cuenta el por que de estar huyendo.
  • COMENTARIO
    • Hay que precisar que la novela no tiene ni el escenario ni los personajes típicos del relato indigenista. En vez de las altas serranías el escenario es la frondosa ceja de selva, los personajes descritos son aquellos que viven a orillas del caudaloso río Marañón. Sin embargo; la novela tiene los códigos de la novela indigenista, pues el mundo de las orillas del río Marañón es tan distante y desconocido como el de las punas, y la cultura de los hombres que moran en esa zona es tan distinta de la cultura moderna de las ciudades como la de los indígenas quechuas.
      En líneas generales La serpiente de oro carece de argumento. No se observa una secuencia que Hay que precisar que la novela no tiene ni el escenario ni los personajes típicos del relato indigenista. En vez de las altas serranías el escenario es la frondosa ceja de selva, los personajes descritos son aquellos que viven a orillas del caudaloso río Marañón. Sin embargo; la novela tiene los códigos de la novela indigenista, pues el mundo de las orillas del río Marañón es tan distante y desconocido como el de las punas, y la cultura de los hombres que moran en esa zona es tan distinta de la cultura moderna de las ciudades como la de los indígenas quechuas.
      En líneas generales La serpiente de oro carece de argumento. No se observa una secuencia que se enfrentan al poder de la naturaleza y lo vencen. Se puede concluir, entonces, que la novela de Ciro Alegría representa una transformación de una de las bases de la narrativa indigenista (es decir, el triunfo de la naturaleza sobre el hombre).
      En la obra también se puede apreciar la alegoría del fracaso de la penetración capitalista, la victoria de la Naturaleza sobre Lima: Oswaldo Martínez de Calderón, ingeniero limeño, que desea explorar las riquezas naturales de la zona, sufre una alucinación producto del chacchar de coca: imagina que es posible doblegar a la Naturaleza mediante la técnica y el capital. El oro regado en los lavaderos es el objeto de la futura empresa que articulará Lima, pero la Naturaleza se venga a través de una serpiente amarilla, la víbora Intihuaraka le pica en el cuello y lo mata.
      En la obra, la naturaleza está representada por el río Marañón, que es agente de destrucción y muerte, pero a la vez, da vida y felicidad. El hombre aparece representado por los balseros del Marañón que diariamente se enfrentan al río y triunfan sobre su violencia. El río es el rostro del Destino y el hombre lo enfrenta ejerciendo su Libertad. Es por eso que se ve a los humildes personajes con dimensión heroica, que va mucho más allá del simple coraje, y su historia gana una consistencia de verdad universal. Se observa que en este espacio alejado de la civilización (las orillas del río Marañón) se encuentran valores y formas de relación social más dignos que los de la ciudad moderna.
      Antonio Cornejo Polar manifiesta: “Los personajes de La serpiente de oro no se enfrentan con una naturaleza disminuida; más bien, y un poco dentro del esquema de los grandes duelos épicos, la naturaleza se observa en el despliegue total de sus fuerzas, de suerte que el triunfo o la derrota del hombre tenga siempre, frente a ese adversario de poder desmedido, un sello de inequívoca heroicidad (…) ¿Cómo se concibe entonces, en La serpiente de oro, las relaciones del hombre con la naturaleza? Es claro desde el comienzo de la novela que esas relaciones pueden ser cambiantes y que obedecen casi siempre a un ritmo pendular: de una parte aparece una función contraria que sólo produce destrucción y muerte. El hombre queda situado ante una realidad bivalente que tan pronto puede suscitar una felicidad incomparable como desencadenar tragedias sin cuento” (1).
      Dice Alberto Escobar: “La historia literaria habrá de reconocer que en esta novela la naturaleza sirve a la definición del personaje y exalta el señorío del hombre, afirmando la condición humana en el trabajo y en la libertad. La dinámica heroica de los actores subraya la atracción del paisaje en su calidad de natura concurren hacia una imagen totalizadora que aglutina los rastros culturales, los hábitos psicológicos, los patrones éticos, la doble norma lingüística, el carácter individual y colectivo, y los proyecta en un complejo estético, con la autenticidad de una experiencia que dice llanamente de la grandeza del mundo regional, pequeño pero propio, y humanizado por una actitud que rechaza el envilecimiento del hombre y reclama no lástima, sino admiración (…) en su decantación simbólica, la serpiente, el Marañón y la vida se subliman en una imagen tradicional y permanentemente renovada: el río de la vida, calmo o tormentoso, mientras el balsero sigue apuntalando las regiones que separan, anudando la vida” (2).
Los perros hambrientos
 
  • GÉNERO: Narrativo
  • ESPECIE: Novela
  • TEMA CENTRAL: La vida de los campesinos hermanada con la vida de sus perros guardianes.
  • OTROS TEMAS: La sequía, la injusticia, el bandolerismo. sequía.
  • PERSONAJES:
    • Simón Robles: Padre de Vicenta, Timoteo, Martina y Antuca. Gusta de tocar la flauta y la caja, además gusta de contar diferentes tipos de cuentos que contienen un cierto tipo de enseñanza. 
      Es serio en cuanto a las medidas que se deben tomar, por ejemplo al ver que Wanka se come una oveja no duda en castigarla. Pero a la vez es piadoso pues deja entrar a su casa a la familia de Mashe, aún cuando la comida escasea y por otra parte perdona a la infiel Wanka, a la cual deja regresar .
    • Wanka: Es la madre de perros Güeso, Pellejo, Mañu, etc… El papel de esta   hembra pasa a reproductora  de perros. Pero es en el tiempo de sequía en donde se muestra infiel hacia sus amos. Ella mata una oveja rompiendo todo tipo de enlace que tenía con ellas desde cachorra. A causa de esto es la única de entre los afamados perros que comete tal falta. Es puesta en exilio por tal pecado y se le prohíbe regresar a su hogar. Finalmente cuando las lluvias regresan Simón decide perdonarla.
    • Mañu: Hijo de Wanka y hermano de Güeso y Pellejo. Es llevado a casa de Mateo, esposo de Martina y padre de Damián. Demuestra su valor y fidelidad al defender el cadáver de Damián frente a un fuerte rival carroñero.
    • Julián Celedonio: Afamado bandolero que roba ganado junto a su hermano Blas. Debido a un conflicto que tuvo con su patrón (el patrón lo acusó de ladrón) él tuvo que matarlo empezando así sus días de criminalidad. No obstante, siendo bandolero, es capaz de ganarse el afecto de Güeso. Julián tiene que azotar a Güeso, pues no quiere caminar; sin embargo, cuida de las heridas provocadas por el látigo, además cuida de su alimentación, ganando así la confianza del animal. Incluso se refiere a Güeso con palabras como “Güesito”. Vive siempre al filo del peligro, esperando las emboscadas que tiene preparado el Culebrón, su peor enemigo. Tiene, sin embargo, un final atroz en el cual el Culebrón lo embosca, y así logra que se introduzca en una cueva. Allá permanece por más de una semana sin comer con su hermano Blas. El Culebrón se retira y, él y su hermano, por el hambre comen unas papayas y mueren.
    • Güeso: Hijo de Wanka y hermano de Pellejo y Mañu. Presenta un odio claro y firme frente a Julián Celedonio. Pero surge un cambio radical en él y ayuda a los Celedonios. Es una gran contribución hacia la banda de los Celedonios pues sus ladridos advierten las emboscadas de algún tipo de enemigo. En sus últimos segundos de vida ejecuta un acto de valentía máximo donde se expone entre el Culebrón y Julián para recibir un balazo y así morir.
    • Don Cipriano Ramírez: Hacendado, es patrón de Simón Robles y dueño de la mayoría de las tierras. Don Cipriano es un hombre generoso cuando tiene la posibilidad. Ayuda de vez en cuando a peones cuando éstos están desesperados. Como la mayoría de los personajes, sufre intensamente el periodo de sequía y se siente mal al no poder dar consuelo a los aldeanos. Sin embargo, no duda en defender lo que es suyo, pues al rebelarse los aldeanos, entre ellos Simón , no duda en dispararles para hacerlos retroceder.
  • ARGUMENTO
    • La familia Robles es propietaria de mucho ganado, Antuca la menor de la familia es la encargada del rebaño e iba en compañía de sus cuatro perros: Wanka, Zambo, Güeso y Pellejo.
      Simón Robles es famoso en el pueblo de Huayras por ser el mejor contador de historias y también por sus perros.
      Cierto día Wanka pare y la gente empieza a ir a la casa de Simón para adquirir algún cachorro; entre ellos, Mateo Tampu se lleva a un perrito para su hijo al cual se le pone el nombre de Mañu. Una tarde que Mateo Tampu araba el campo llegaron unos militares a pedirle sus documentos, pero como no tenía, se lo llevaron detenido pese a las súplicas de Martina, su esposa.
      Antuca y Vicenta salen con el rebaño y de paso a recolectar algunas hierbas. Vicenta se aleja y deja a Antuca y los cuatro perros solos; cuando de pronto el lazo de los Celedonios,  atrapa a Güeso. Antuca sin poder hacer nada miró triste como los Celedonios se llevaban a Güeso.
      Güeso se acostumbra poco a poco a su nuevo dueño Julián Celedón. Mientras tanto, en la casa de Simón Robles a los perros se les había reducido a media ración la comida. Los perros al notar el cambio, se dirigieron a la hacienda de Don Rómulo y es así que Shapra, Rayo, Wanka, Zambo, Güeso y Pellejo se disponen a comer las mazorcas; a la mañana siguiente, Don Rómulo prepara una trampa en la que caen Shapra y Rayo.
      Por otro lado, Fernán Frías manda al Alférez Chumpi a capturar a los Celedonios; éstos estaban en compañía de Crisanto y planeaban apoderarse de unas vacas.
      Chumpi los encuentra y después de un duro enfrentamiento, los Celedonios, al verse en desventaja, deciden refugiarse en una cueva a lo alto de un cerro. Pero, el alférez Chumpi logra matar a Crisanto en camino a la cueva.
      Pasan los días y Chumpi y los suyos, ya sin provisiones, deciden irse, no sin antes, inyectar una papaya con veneno, tendiéndole así una trampa a los Celedonios; estos, al ver que Chumpi se iba, salieron  rápidamente de la cueva y tomaron toda el agua que pudieron y vieron la papaya que estaba casi madura creciendo en el árbol, la bajaron y se la comieron; pero, ni bien terminaron de comer sintieron los efectos del veneno y murieron.
      Empezó a sentirse la sequía y los pobladores para asegurar sus provisiones, fueron a la hacienda de Don Rómulo a pedir trabajo.
      Los pobladores, al ver que no llovía, decidieron hacerle una procesión a la Virgen; a los diez días de la procesión, y sin ningún rastro de lluvia, las provisiones se acababan y los pobladores empezaban a sentir hambre. Decidieron acercarse nuevamente a la hacienda, esta vez a pedir comida, pues ya no tenían.
      Martina al ver que se le acababan las provisiones y que Mateo no regresaba decidió ir en busca de alimento a la casa de los padres de Mateo dejando así solos a Damián y a Mañu, con un poco de trigo y una oveja. Damián, solo y sin provisiones, decidió ir a buscar comida a la casa de sus abuelos, salió en compañía de Mañu pero en el camino muere. Mañu llegó a la casa de Simón Robles pero no recibió nada de comida y murió.
      Tanto las personas como los perros pierden la fidelidad a sus respectivos “amos”. En el caso de los perros, Wanka mata a una oveja y esto hace que la corran a palazos de su casa. Y las muertes continúan. Mashe muere dejando a su esposa e hijas solas, pero éstas buscan el apoyo de Simón, el cual no es negado. Don Cipriano decide envenenar a los perros para que así dejen de sufrir, Zambo es una de las víctimas y muere. Pellejo muere al comerse los restos de Zambo. Por parte de los humanos, los indios se rebelan a Cipriano el cual no tiene más remedio que dispararles provocando tres muertes.
      Después de toda esta catástrofe las lluvias regresan con la felicidad del pueblo entero.
  • COMENTARIO
    • En la novela, “la sequía” funciona como personaje . Ésta afecta los valores de las personas, a la solidaridad humana. Un ejemplo lo vemos cuando llegan a Páucar, perseguidos y hambrientos, los comuneros de Huaira. Son aceptados y reciben generosa ayuda de los colonos. Pero, conforme se va acentuando la sequía la generosidad va decreciendo y, al final, sólo hay recelo y desconfianza. La sequía también afecta a los perros, pues los leales perros ovejeros de Simón Robles, cuando la sequía se hace más intensa, terminan por matar y devorar a las ovejas que estaban a su cuidado. La cordialidad en las relaciones de hombres y animales queda destrozada.
El mundo es ancho y ajeno
  • GÉNERO: Narrativo
  • ESPECIE: Novela
  • ESTRUCTURA: 24 capítulos
  • TEMA CENTRAL: La vida de una comunidad indígena destrozada por las fuerzas del latifundismo.
  • OTROS TEMAS: La comunidad como espacio de fraternidad, contradicciones sociales.
  • PERSONAJES:
    • INDIOS: Los indígenas representan al hombre estropeado, explotado, a quien se le arroja de su propio suelo.
      • Rosendo Maqui: Alcalde de Rumi, justiciero, generoso y trabajador.
      • Pascuala: Esposa de Rosendo Maqui.
      • Benito Castro: Comunero emigrante. Hijastro de Rosendo y último defensor de la comunidad de Rumi.
      • El Fiero Vásquez: Bandolero.
      • Augusto Maqui: Hijo de Rosendo.
      • Clemente Yacu: Anciano que asume la representación de Rumi a la muerte de Rosendo.
    • MESTIZOS: Representan al hombre que no sabe si unirse al indio o al blanco, porque internamente siente que pertenece a las dos razas.
      • Julio Contreras: Buscavidas.
      • Melba Luna: Amante de un tinterillo.
      • Jacinto Pietro: Se une a la causa de Rosendo.
    • BLANCOS: El hombre blanco es el poderoso señor, el que explota, aparentando lo que no es.
      • Alvaro Amenábar: Terrateniente ambicioso. Dueño de la haciendo de Umay.
      • Zenobio García: Gobernador inmoral.
      • Bismark Ruiz: Abogado que traiciona a Rumi.
  • ARGUMENTO
    • La obra se inicia cuando Rosendo Maqui vuelve de las alturas, donde había ido con el objeto de buscar algunas hierbas que la curandera Nasha Suro, había recetado a su anciana mujer, Pascuala, que se había puesto muy enferma. Rosendo Maqui y Pascuala habían tenido siete hijos:
      - Abraham, el mayor, era diestro jinete.
      - Pancho, amansaba toros con mano firme.
      - Nicasio, labraba bateas y cucharas de aliso con
        gran maestría.
      - Evaristo, aceraba barretas y rejas de arado.
      - Teresa.
      - Otilia.
      - Juanacha.
      En el camino se le cruza una culebra, señal de mal presagio. Cuando llegó a su casa un abigarrado grupo de indios había ante ella. Su esposa había muerto. Después del entierro y sepelio de Pascuala, Rosendo dedicó más tiempo al progreso de la comunidad. Un día se encuentra con Álvaro Amenábar que le manifiesta que los terrenos donde estaba Rumi eran suyos y que ya había presentado una demanda al respecto. En compañía del regidor Goyo Auca, Maqui fue a buscar a Bismarck Ruiz, a quien encontró en casa de su amante, Melba Cortez a quien apodaban la Costeña. El tinterillo estaba en jarana y en estado de ebriedad. Les dijo que todo el asunto marchaba bien y no habría que preocuparse, pues el pondría en su lugar a Álvaro Amenábar y a su abogado, el tinterillo apodado el Araña.
      Cierto día se esparció la noticia de que el Fiero Vásquez había llegado, un bandido cuyo apodo se debía no a su fuerza, que era mucha, sino por tener el rostro picado por la viruela. El Fiero llegó a casa de su amigo Doroteo Quispe, un comunero de Rumi, a quien el Fiero había asaltado tiempo atrás. Llega a la casa de Doroteo el comunero Rosendo Maqui quien trató de convencer al Fiero Vásquez de que abandonara su nefasta vida. Éste cuenta su vida, cuando era joven mató a un hombre llamado Malaquías porque había golpeado a su madre. Después de contar sus historias, el Fiero informa a Rosendo Maqui que debía tener mucho cuidado con Álvaro Amenábar. Esa misma noche Rosendo Maqui llamó a consejo de regidores. Maqui planteó cuál sería el destino de la comunidad. Se acordó que Goyo Auca fuera al día siguiente donde Bismarck Ruiz para pedirles informes amplios.
      Mientras tanto, Benito Castro recorría los andes del departamento de La Libertad sobre su bello caballo blanco llamado Lucero. En su camino fue testigo de los abusos que cometían los caporales en contra de los indios. Algún día regresaría a Rumi.
      Álvaro Amenábar termina sobornando a Bismarck Ruiz. La balanza empieza a inclinarse a favor del hacendado. Rosendo Maqui informa en consejo que la sentencia había favorecido al temible Amenábar y que se había fijado ya la fecha de entrega y toma de posesión. Todos se preguntaban:”¿Qué será de la comunidad?”.
      Augusto, nieto de Rosendo Maqui va a espiar en la hacienda de Amenábar y descubre que éste había contratado caporales de todas las reparticiones para arrasar la comunidad de Rumi. A mediodía llegaron diez caporales a caballo lanzando gritos y disparos provocando a los comuneros.
       Rosendo Maqui llama a reunión a todos los miembros de la comunidad. Algunos mostraron su disconformidad con la gestión desempeñada por Maqui; otros, sin embargo, le reiteraron su apoyo. La asamblea decide por fin abandonar las tierras de Rumi, para evitar un sangriento enfrentamiento. Durante dos días seguidos, hombres, mujeres y niños trasportaron sus cosas del caserío a la meseta de Yanañahui, sobre los propios hombros y ayudados por los caballos, los asnos y hasta los bueyes y vacas. El día del despojo, los comuneros ya no estaban en Rumi. Llegan Álvaro Amenábar y su cohorte. El juez Zenobio García leyó una larga y farragosa acta. Bismarck se encargó de firmar por los comuneros de Rumi la aceptación del despojo. La suerte de Maqui y su pueblo quedó echada. El Fiero Vásquez y sus bandoleros llegaron hasta los comuneros en éxodo y se ofrecieron a combatir al hacendado, pero Rosendo Maqui se lo impidió.
      Mardoqueo, un comunero de Rumi había sido asesinado por la gente de Amenábar, al intentar dar muerte a éste lanzándole una enorme roca desde una peña.
      Los comuneros se instalan en un lugar rocoso. El ganado se fue perdiendo día a día a causa de los truenos que los espantaban y las siembras en tierras combatidas por las heladas no aseguraban una buena recolección. La comunidad empieza a disgregarse.
      Correa Zavala, un joven abogado, miembro de la asociación Pro indígena, presentó una apelación a la Corte Superior para que se reconsiderara el dictamen. Sin embargo, el correo que llevaba el expediente del juicio había sido asaltado. Pero, en ese mismo instante, Amenábar quemaba en su casa la apelación, poniendo fin a toda reconsideración.
      El autoritario hacendado de Umay se apodera de un toro de los comuneros, y Rosendo Maqui va a reclamarle. Lo que consiguió fue una paliza y la prisión. Allí encontró a Jacinto Prieto, el herrero de la comunidad. Meses después, capturan al Fiero Vásquez y lo meten en la misma celda de Rosendo Maqui. El Fiero trata de convencer a Maqui para huir, pero éste no acepta. Los gendarmes acusan a Maqui de haber ayudado al Fiero a escapar y lo ultimaron a culatazos.
      Ajeno a la muerte de su padre adoptivo, Benito Castro vivía en Lima, en casa de su amigo, Lorenzo Medina, quien le enseñaba a leer. Allí en Lima, Óscar Amenábar, el hijo del cruel hacendado de Umay, había ganado una diputación.
      El Fiero había sido asesinado, se había encontrado su cabaza entre unos matorrales.
      Benito Castro llega a Rumi y la ve desolada y desértica. Se informa de lo ocurrido y se dirige a Yanañahui. Allí, Clemente Yacu le informa todo. A solicitud de Porfirio Medrano, Benito fue elegido regidor en reemplazo del difunto Goyo Auca. En pocos años, Benito Castro trajo prosperidad a la comunidad: las pampas se llenó de hermosas siembras y se edificaron nuevas viviendas. Cuando Clemente Yacu desistió, a causa de su reuma, al cargo del alcalde, Benito Castro fue elegido en el acto. Sin embargo, un nuevo juicio favorece a Álvaro Amenábar y se convierte en propietario de Yanañahui. Pero ahora los comuneros no cederían ante el enemigo. Encabezados por Benito Castro, defenderían lo que era suyo, éste arenga a su pueblo:
“La ley nos ha sido contraria y con un fallo se nos quiere aventar a la esclavitud, a la misma muerte (…) Cuando la ley da tierras, se   olvida de lo que va a ser la suerte de los hombres que están en esas tierras. La ley no los protege como hombres. Los que mandan se justifican diciendo: “Váyanse a otra parte, el mundo es ancho”. Cierto, es ancho. Pero yo, comuneros, conozco el mundo ancho donde nosotros los pobres, solemos vivir. Y yo les digo con toda verdá que pa nosotros los pobres, el mundo es ancho pero ajeno.”
Se produce una dura lucha entre ambos bandos. Porfirio Medrano y Fidel Vásquez son las primeras víctimas. Las balas de los hombres de Amenábar barren todo el roquedal, toda la puna parece temblar por este suceso. Benito Castro muere con la cara, las ropas, y las manos ensangrentadas y, la comunidad está condenada a la diáspora o a la esclavitud.

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(1) Cornejo Polar, Antonio. Ob. Cit. Págs. 91-92.
(2) Escobar, Alberto. Patio de Letras 3. Tercera edición, Lima, 1995. Pág. 165.

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