AGRADECIDOS POR SU VISITA

FACEBOOK

jueves, 30 de mayo de 2013

EDIPO. PERSONAJES

SOBRE LOS PERSONAJES PRINCIPALES:

Sabemos que Edipo es el personaje principal de este drama, pues en torno a él gira la tragedia de la obra. Se caracteriza desde el primer momento por su intento de evitar el destino, motivo por el cual decidió abandonar a los que consideraba sus verdaderos padres, cuando en realidad se trataba de sus padres adoptivos. A pesar de su lucha contra la profecía, ésta acaba cumpliéndose, teniendo lugar el asesinato de Edipo a su padre y el matrimonio con su madre. Pero, realmente, Edipo es en todo momento inconsciente de sus actos, pues él no sabía que aquél hombre al que asesinó en la encrucijada era su padre, ni tampoco que su esposa era su verdadera madre. Así, intenta a lo largo de toda la obra descubrir quién es, ya que en realidad está preso en la ignorancia y desea a toda costa conocer la verdad acerca de su vida.
En un primer momento, encontramos a un Edipo dispuesto a luchar y a ayudar a su pueblo a liberarse de la terrible epidemia de peste, pero, a medida que van sucediendo los acontecimientos, observamos a un Edipo impaciente y deseoso de averiguar la verdad, motivo por el cual entra en disputa con el adivino Tiresias y su cuñado Creonte, acusando a ambos de mentirosos y traidores, especialmente a su cuñado. A partir de este momento, aparece en la obra la figura de Yocasta, quien intenta calmar a Edipo cuando éste le cuenta lo que ocurrió antes de su llegada a Tebas. Asimismo, Yocasta critica a los oráculos, pues parece ser que ya se esperaba la verdad y , por ello, intenta evitarla por todos los medios pidiendo a Edipo que se olvide de todo, que todo son engaños y suposiciones. Esto lo podemos observar en la última parte de la obra, cuando ella ya ha descubierto la verdad, antes incluso que Edipo, y entra en disputa con él: se enfurece por la misma rabia de ver cumplida la profecía y, ya desesperada y consciente de que Edipo no parará hasta conocer el resultado final, se suicida para poner punto final a las atrocidades que había cometido contrayendo matrimonio con su propio hijo. Por último, cuando aparece el pastor para contar lo que ocurrió en el monte Citerón, hecho que desvela la incógnita, encontramos a un Edipo que se lamenta de sí mismo, avergonzado, atemorizado…dispuesto a abandonar la ciudad e incluso a morir, pues ha cometido muchos males y no se considera digno de reinar Tebas. Se lamenta por sus verdaderos padres, a quienes ha arruinado la vida; se lamenta de sus hijas e hijos, que han sufrido los males que su propio padre ha cometido; y maldice una y otra vez, manifestando que para vivir aquello habría sido mucho mejor que le hubieran dado muerte de niño sus padres adoptivos, pues así nadie habría sufrido tales desgracias. De esta manera, se ciega a sí mismo para no ver a un pueblo maldito por su culpa, y pide a Creonte que haga con él lo que crea oportuno, pues no merece ni tan siquiera la vida. Podemos observar aquí la justicia de Edipo, pues, ante todo, y a pesar de que él no ha sido consciente de sus actos, valora más su familia y su pueblo que su propia vida, siendo capaz de renunciar a esta para no causar más daño al resto.

 Creonte



Creonte interviene, principalmente, tres veces durante la obra. A lo largo de sus intervenciones muestra ser prudente y racional, intenta que sus decisiones sean siempre lo más justas y sensatas posible, y demuestra fidelidad a Tebas, pues siempre actúa en beneficio de ésta. En la primera intervención, la función de este personaje es la de informar qué era lo que, según los dioses, debía de hacer la ciudad de Tebas para sanar sus males. Así, en este primer momento, el papel su papel ante Edipo y ante la ciudad es meramente el de mensajero que, tras haber sido enviado al oráculo por Edipo, vuelve con el remedio de los dioses para acabar con la desdicha de la ciudad. Por esta razón, cabe decir que, desde esta primera intervención, se está posicionando en la obra a Creonte como un personaje que, de alguna manera, beneficia a la ciudad, razón por la cual podemos afirmar que este personaje se antepone a Edipo, quien, al contrario, con la sucesión de acontecimientos que llevan al cumplimiento de su maldición, no hace más que traer calamidades a la ciudad.

La segunda intervención de Creonte es una muestra clara de que se trata de un personaje responsable, justo y sensato, que no está por la labor de opinar o hablar sobre lo que desconoce y que considera que, antes de hablar, hay que pensar lo que se va a decir. Por esta razón, se puede continuar afirmando que se trata de un personaje que se antepone a la figura de Edipo, ya que éste último lo juzga, lo proclama traidor y lo acusa de querer conspirar contra él para acceder a la soberanía, sin tener apenas pruebas. Con todo, podemos considerar que, quizá, uno de los objetivos de esta intervención sea mostrar al lector que este personaje posee cualidades importantes para gobernar o actuar de manera que la ciudad obtenga beneficios y no fatalidades, tales como la justicia, la prudencia o la sensatez. Una prueba clara de esto se encuentra en la página 45 (hacia el final), donde Creonte se defiende de las acusaciones de Edipo manifestando su deseo de actuar por el bien de la ciudad y no para obtener el poder de ésta. Además, a lo largo de esta segunda intervención, en su dialogo, Creonte muestra la gran importancia que tiene para él el reconocimiento de los ciudadanos.

En su tercera intervención, Creonte, a causa de la imposibilidad de Edipo de gobernar por culpa de sus desdichas, ya tiene el mando de la ciudad y se presenta, pues, como soberano de la misma. En esta última parte/intervención, también manifiesta de nuevo esas virtudes propicias para la buena gobernación, apiadándose del desgraciado Edipo, a pesar del enfrentamiento que tuvieron. Además, se muestra deseoso de acabar con los males de la ciudad. No obstante, vuelve a presentarse con esa prudencia que le caracteriza, evidenciándose contrario a decidir sin consultar primero a los dioses.

0 comentarios :

Publicar un comentario