EL COSTUMBRISMO
(Cuadro de Pancho Fierro, principal pintor del costumbrismo)
Contexto histórico social
Lima es desocupada por los realistas el 6 de julio de 1821 y ocupada por los patriotas el 12 del mismo mes. La ciudad vive hasta el 28, día de la proclamación de la Independencia del Perú, la euforia de la presencia del libertador San Martín y se manifiesta fervientemente revolucionaria. Sin embargo, en los meses siguientes se va enfriando el entusiasmo y se produce la reacción de los españoles, quienes amenazan la capital, y el gobierno de Riva Agüero se ve obligado a retirarse; mientras el 16 de junio de 1823 hace su entrada triunfal el general Canterac con las tropas realistas, pero es un regreso temporal, pues año y medio más tarde, al consolidarse la victoria patriota en Ayacucho, el virrey y sus seguidores se embarcan en el Callao, rumbo a España, mientras Lima recibía apoteósicamente al Libertador Simón Bolívar.
En septiembre de 1826 Bolívar sale del Perú y estalla la reacción antibolivariana que desemboca en la convocatoria a elecciones para congresistas y, luego de instalarse la Asamblea, se procede a constituir un gobierno peruano autónomo, con lo cual se inicia el proceso del caudillismo, que Lima vivirá con gran intensidad.
La capital sería luego escenario de múltiples acciones militares. En junio de 1829 se daba el pronunciamiento del general Antonio Gutiérrez de la Fuente contra el presidente del Consejo de Estado y presidente provisorio Manuel Salazar y Baquíjano; en enero de 1834 el pueblo asumió la defensa de la presidencia interina del general Luis José de Orbegoso contra las ambiciones continuistas del general Agustín Gamarra; en 1835 se da en Lima el principal respaldo al general Felipe Santiago Salaverry, sublevado contra la autoridad provisoria del presidente Orbegoso; por Lima se produce el ingreso de la segunda expedición restauradora chilena contra la Confederación Perú Boliviana (agosto de 1838).
Así mismo, Lima mantenía una intensa vida cultural, reconocida por propios y extraños. Algunas de estas publicaciones no tienen nada que envidiarle a sus correspondientes europeas o norteamericanas, como los periódicos de Felipe Pardo y Aliaga o la Revista de Lima, que significaron, además, un gran esfuerzo generacional.
La actividad teatral y operística es también privilegiada y durante largos períodos se advierte una gran continuidad de funciones, así como la presencia de importantes compañías, sobre todo europeas, que constantemente estrenan repertorios variados, muy similares a los que se presentan en países como Francia, Italia, Inglaterra o Alemania .
En esta etapa de nuestra historia republicana, y luego de una larga penuria económica, llega el momento que Jorge Basadre llama de la “prosperidad falaz”, gracias a la explotación del guano, producto que terminó por solventarlo todo desde las deudas públicas, externa e interna, hasta los gastos cotidianos del fisco y las obras públicas; pasando por el enriquecimiento de particulares, la formación de la banca y la construcción de ferrocarriles, como también la difusión de la cultura, la contratación de obras de pintores como Pancho Fierro, etc.
En septiembre de 1826 Bolívar sale del Perú y estalla la reacción antibolivariana que desemboca en la convocatoria a elecciones para congresistas y, luego de instalarse la Asamblea, se procede a constituir un gobierno peruano autónomo, con lo cual se inicia el proceso del caudillismo, que Lima vivirá con gran intensidad.
La capital sería luego escenario de múltiples acciones militares. En junio de 1829 se daba el pronunciamiento del general Antonio Gutiérrez de la Fuente contra el presidente del Consejo de Estado y presidente provisorio Manuel Salazar y Baquíjano; en enero de 1834 el pueblo asumió la defensa de la presidencia interina del general Luis José de Orbegoso contra las ambiciones continuistas del general Agustín Gamarra; en 1835 se da en Lima el principal respaldo al general Felipe Santiago Salaverry, sublevado contra la autoridad provisoria del presidente Orbegoso; por Lima se produce el ingreso de la segunda expedición restauradora chilena contra la Confederación Perú Boliviana (agosto de 1838).
Así mismo, Lima mantenía una intensa vida cultural, reconocida por propios y extraños. Algunas de estas publicaciones no tienen nada que envidiarle a sus correspondientes europeas o norteamericanas, como los periódicos de Felipe Pardo y Aliaga o la Revista de Lima, que significaron, además, un gran esfuerzo generacional.
La actividad teatral y operística es también privilegiada y durante largos períodos se advierte una gran continuidad de funciones, así como la presencia de importantes compañías, sobre todo europeas, que constantemente estrenan repertorios variados, muy similares a los que se presentan en países como Francia, Italia, Inglaterra o Alemania .
En esta etapa de nuestra historia republicana, y luego de una larga penuria económica, llega el momento que Jorge Basadre llama de la “prosperidad falaz”, gracias a la explotación del guano, producto que terminó por solventarlo todo desde las deudas públicas, externa e interna, hasta los gastos cotidianos del fisco y las obras públicas; pasando por el enriquecimiento de particulares, la formación de la banca y la construcción de ferrocarriles, como también la difusión de la cultura, la contratación de obras de pintores como Pancho Fierro, etc.
En este Perú, donde la capital era el eje de la vida política, social, económica y cultural, donde se dejaban sentir primero las mayores transformaciones, transcurre la vida de los principales autores del Costumbrismo, quienes en sus obras describen y pintan tipos propios de la sociedad.
El Costumbrismo
Es una corriente literaria que se expresa en el Perú en la primera etapa de la vida republicana, desde la victoria final de los patriotas en Ayacucho hasta mediados del siglo XIX. La literatura costumbrista describe una sociedad en transición, pues subsisten aún moldes y usos coloniales en las clases altas, pero la independencia había hecho surgir conflictos producto de las desigualdades sociales. El costumbrismo es una de las opciones literarias que se halla en búsqueda de la expresión nacional, en una época de aprendizaje y formación, como fueron las primeras décadas en el sistema republicano. El Costumbrismo, en el Perú, procede de España (que no significa que allí se origina) y lo refleja en su desarrollo. Se caracteriza por la descripción de usos, costumbres, modos de vida y personajes típicos de la época: educación, formas de vestir, diversión, gobierno, empleocracia, vida social, etc. Se cultivó la poesía, el teatro y el periodismo con lenguaje claro, sencillo y mordaz. A través del tono crítico, burlón, satírico e irónico se manifiestan dos posiciones: la que busca una nueva sociedad democrática y la que añora el pasado, rechazando el cambio. La vena humorística y punzante que se manifiesta en esta época tiene como precursor a Juan del Valle Caviedes. Representantes de esta corriente son Felipe Pardo y Aliaga y Manuel Ascencio Segura. El primero es nostálgico, tradicional y conservador porque añora la presencia de España; el segundo, espontáneo y nacional por los temas en que se inspira y por el tratamiento que les da.
Aclaraciones acerca del costumbrismo
La noción de costumbrismo puede entenderse de manera general y de manera específica. Así, en sentido amplio, cualquier obra que presente o describa hábitos o usos característicos de una sociedad específica podría ser calificada de costumbrista.
Al respecto dice Jorge Cornejo Polar: “Existe un costumbrismo en sentido muy general y laxo (en el que pueden figurar Aristófanes, Cervantes, y mil escritores más) que está constituido por obras en las que, de un modo u otro, se reflejan las costumbres de un pueblo (pero sin que ello sea el objetivo principal del escritor). Y que existe también un costumbrismo en sentido estricto, con mayúsculas diríamos, cuyos orígenes pueden darse en la Francia de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, y cuya diferencia fundamental en relación con el otro está dada por la invención y uso sistemático de una forma o especie literaria original que es el cuadro de costumbres (también denominado artículo de costumbres)”(1).
Para el autor citado la gran diferencia, entonces, lo que diferencia al costumbrismo en sentido estricto del costumbrismo en sentido amplio es el cuadro de costumbres.
Ahora, hay que precisar dónde se origina el cuadro o artículo de costumbres. Para Jorge Cornejo Polar: “Los creadores y difusores del cuadro de costumbres son los escritores franceses: Víctor Joseph Étienne (1764-1840), más conocido por su seudónimo Jouy o De Jouy, y Luis Sébastien Mercier (1740-1814). De Francia, el cuadro de costumbres y el costumbrismo pasaron rápidamente a España, donde se extendieron gracias sobre todo a cuatro escritores: Bretón de los Herreros (1796-1873), Serafín Estébanez Calderón (1799-1867), Ramón de Mesonero Romanos (1803-1882) y Mariano José de Larra (1809-1837). Casi simultáneamente que en España, el costumbrismo aparece y se propaga en la América Hispana (…)” .
El citado autor define el costumbrismo así: “Modalidad literaria que busca principalmente la descripción y/o crítica de las costumbres vigentes en una sociedad determinada en la misma época en que el escritor produce. Su forma específica de expresión es el cuadro o artículo de costumbres, pero también suele recurrirse a la comedia costumbrista o a la poesía satírica o festiva”(3).
Al respecto dice Jorge Cornejo Polar: “Existe un costumbrismo en sentido muy general y laxo (en el que pueden figurar Aristófanes, Cervantes, y mil escritores más) que está constituido por obras en las que, de un modo u otro, se reflejan las costumbres de un pueblo (pero sin que ello sea el objetivo principal del escritor). Y que existe también un costumbrismo en sentido estricto, con mayúsculas diríamos, cuyos orígenes pueden darse en la Francia de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, y cuya diferencia fundamental en relación con el otro está dada por la invención y uso sistemático de una forma o especie literaria original que es el cuadro de costumbres (también denominado artículo de costumbres)”(1).
Para el autor citado la gran diferencia, entonces, lo que diferencia al costumbrismo en sentido estricto del costumbrismo en sentido amplio es el cuadro de costumbres.
Ahora, hay que precisar dónde se origina el cuadro o artículo de costumbres. Para Jorge Cornejo Polar: “Los creadores y difusores del cuadro de costumbres son los escritores franceses: Víctor Joseph Étienne (1764-1840), más conocido por su seudónimo Jouy o De Jouy, y Luis Sébastien Mercier (1740-1814). De Francia, el cuadro de costumbres y el costumbrismo pasaron rápidamente a España, donde se extendieron gracias sobre todo a cuatro escritores: Bretón de los Herreros (1796-1873), Serafín Estébanez Calderón (1799-1867), Ramón de Mesonero Romanos (1803-1882) y Mariano José de Larra (1809-1837). Casi simultáneamente que en España, el costumbrismo aparece y se propaga en la América Hispana (…)” .
El citado autor define el costumbrismo así: “Modalidad literaria que busca principalmente la descripción y/o crítica de las costumbres vigentes en una sociedad determinada en la misma época en que el escritor produce. Su forma específica de expresión es el cuadro o artículo de costumbres, pero también suele recurrirse a la comedia costumbrista o a la poesía satírica o festiva”(3).
Características
- Descripción de usos y costumbres. En el caso peruano presenta solamente los usos predominantes en la capital (es un costumbrismo limeño) y únicamente los de las clases medias, pues ni la aristocracia ni el sector popular merecen su preocupación, aunque en ocasiones se le presenta.
- Descubrimiento de la realidad. El costumbrismo tiene tendencia realista. Esto supone el intento por describir el comportamiento humano y su entorno, tal y como actúan o aparecen en la vida cotidiana. Sin embargo, hay que precisar que el costumbrismo sólo refleja lo exterior de la vida social, practica una exploración superficial que no alcanza a profundizar, ni lo pretende, en la problemática de la sociedad latinoamericana.
- Se cultivó preferentemente en el teatro y el periodismo. En efecto, a la valiosa producción teatral de Segura, se suman sus artículos de costumbres, valiosos desde muchos puntos de vista: desde la ocasión que nos dan de reconstruir la arquitectura y modales de una época, hasta las ideas políticas, económicas y sociales que por entonces se hallaban en pugna o en debate.
- Actitud moralizante y didáctica. Este carácter es una influencia del neoclasicismo.
- Uso de la sátira, ironía y burla.
Representantes
- Felipe Pardo y Aliaga: Frutos de la Educación (1830).
- Manuel Ascencio Segura: Ña Catita (1845).
- Ramón Rojas y Cañas: Museo de limeñadas (1853).
- Flora Tristán: Peregrinaciones de una paria
- Manuel Atanasio Fuentes: Aletazos del Murciélago (1868).
Nota: En http://abp-costumbrismo.blogspot.com/ encontrarás mapas conceptuales sobre el tema.
Recomiendo el estudio de Maida Isabel Watson-Espener: El cuadro de costumbres en el Perú decimonónico, editado por la Universidad Pontificia Católica del Perú.
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(1) Cornejo Polar, Jorge. Estudios de Literatura Peruana. Fondo de Desarrollo Editorial. Lima, 1998. Pág. 76.
(2) Cornejo Polar, Jorge. Ob. cit. p. 76.
(3) Cornejo Polar, Jorge. Ob. cit. p. 77. El cuadro de costumbres es un texto breve, en prosa, en el que se busca pintar, y la mayor de las veces criticar, una costumbre característica de la sociedad en que vive el escritor a través de una simple anécdota, con un tono festivo.
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